
La expresión “hacer lo que me gusta”, incluida en el título, podrá estar relacionada con la práctica de un hobby y, también, con una tarea que quizá se debe hacer por obligación y que puede llegar a transformarse en algo placentero. ¿Cómo? Por ejemplo, combinando la tarea que es una obligación con algo que me gusta hacer y así transformarla en algo “que me gusta”. Todo es posible.
La palabra inglesa “hobby” hace referencia a aquella actividad que, como afición o pasatiempo favorito, se practica habitualmente en los ratos de ocio.
En ocasiones le asignamos al término mayor trascendencia al utilizarlo para designar a aquellas actividades que llevan a una persona a dedicarle mucho tiempo y esfuerzo, a lo largo de muchos años, quizá toda una vida. No obstante, también podríamos categorizar como “hobby” otras actividades que se realizan por períodos más cortos.
Las actividades que se realizan en el tiempo libre, usualmente, se relacionan con intereses personales de índole muy diversa.
En cualquiera de los casos, me referiré en esta nota a la relación de este tipo de actividades con las capacidades personales, en especial, las competencias.
En ocasiones, practicar un hobby permite desplegar conocimientos que, por alguna razón, difieren de la actividad laboral. No obstante, en materia de competencias puede ser diferente.
Veamos un ejemplo: un contador especializado en costos dedica sus horas libres a la construcción de aeronaves a escala reducida. Su pasión por el aeromodelismo comenzó a raíz de un curso al cual asistió durante su escuela secundaria y lo viene practicando desde entonces. Los conocimientos los fue sumando de manera autodidacta. En cuanto a competencias, despliega al realizar su hobby casi las mismas que en su actividad laboral: Capacidad de planificación y organización, Calidad y mejora continua, Pensamiento analítico y conceptual, solo por mencionar algunas.
Las personas, en su día a día, despliegan conocimientos y competencias en todas las actividades que realizan, tanto las laborales como las vinculadas con su vida personal. Entre estas últimas, a su vez, se incluyen desde la familia hasta la administración del hogar y, también, los deportes, hobbies, etc. Por lo tanto, así como se desarrollan conocimientos y competencias en la vida laboral, existe la misma oportunidad de desarrollo en la vida personal.
Para cerrar esta nota, voy a compartirles una situación imprevista, que me permitió ser espectadora -de competencias y comportamientos- de un conjunto de personas.
En un lugar público, una tienda, se había destinado una mesa para el intercambio de figuritas / stickers en relación con el Copa del Mundo de Fútbol (FIFA Word Cup 2022). En un abigarrado conjunto, alrededor de la citada mesa, departían niños con sus padres, jóvenes de diferente edad, algunos adultos no tan jóvenes.
El intercambio tenía diferentes formatos y modalidades. A continuación, algunos aspectos interesantes a destacar.
Entre los padres con niños, los había de dos grandes grupos, los que asumían personalmente la tarea y los que habían “empoderado” a sus hijos para realizar por sí mismos la transacción. A partir de esta circunstancia, podríamos inferir aquí los estilos de conducción de dichos padres y/o su mayor o menor Capacidad para delegar.
Para no extenderme con el relato, voy a destacar los comportamientos, evidenciados en distinto grado, de la competencia Capacidad de planificación y organización.
Entre ellos, los que más me llamaron la atención: personas que habían preparado con anticipación planillas de Excel con los stickers/figuritas faltantes en sus respectivas colecciones. Otros habían realizado anotaciones similares de puño y letra; algunos habían llevado los stickers/figuritas sobrantes, es decir, aquellos que estaba dispuesto a intercambiar, en cajas auxiliares, ordenadas por país y número. Junto con los anteriores, también otros con menor grado de preparación previa.
Todos ellos, además, con la información perfectamente en claro -en materia de stickers/figuritas faltantes y sobrantes, en sus respectivas cabezas.
Dejo para otro momento, relatar las escenas de negociación y otras derivaciones del intercambio, también divertidas e interesantes.
La actividad descrita podría inscribirse en una afición a la colección de objetos o bien, una actividad devenida por el entusiasmo del momento.
En uno u otro caso, las personas habían desplegado una serie de competencias, con un propósito específico, en su tiempo libre, mientras compartían un espacio con sus hijos y/o amigos o en solitario.
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