
En torno de los términos emprendedor y emprendimiento se reúnen una serie de conceptos que me parece interesante analizar, en especial, desde la mirada de la Gestión por competencias.
La palabra emprendedor es de origen francés, entrepreneur, y en dicha lengua significa “persona que emprende”; también se utiliza para el caso de una persona que dirige una empresa o es su dueño.
En una definición más amplia, entrepreneur hace referencia a aquella persona que a través de su gestión logra transformar una actividad, trasladándola de una zona de baja productividad y rendimiento a otra/s de alta productividad y buen rendimiento.
Veamos algunas definiciones según el Diccionario de términos de Recursos Humanos:
Emprendedor. Persona que comienza una actividad, negocio o empresa con entusiasmo y energía, en especial si hacerlo implica alguna dificultad y el individuo asume el riesgo. Por extensión, implica resolver un tema complicado o complejo. De manera frecuente se utiliza para definir a una persona que inicia una empresa o negocio.
Emprendimiento. Resultado de la gestión de un emprendedor.
Como surge de la definición del término, un emprendedor podrá iniciar una actividad de tipo individual la cual, al ir progresando, incluirá la participación de otras personas, y se podrá ir convirtiendo de actividad individual – o casi individual, según la situación- en una organización.
En la actualidad se utiliza el término “unicornio” para identificar aquellos emprendimientos con ciertas características particulares, poco frecuentes, que le permiten obtener una valuación significativa durante su etapa inicial de lanzamiento al mercado, antes de haber salido a la Bolsa. Varias de las grandes empresas tecnológicas de la actualidad fueron unicornios en sus inicios. Un emprendimiento podrá ser muy exitoso sin alcanzar la calificación de unicornio.
Retomando la pregunta del título y sin proponer un juego de palabras, para ser un emprendedor exitoso será necesario que este posea un conjunto de competencias, a nivel personal.
En La trilogía hemos incluido una competencia que describe la capacidad de ser emprendedor, la cual podrá desplegarse en la creación de un emprendimiento propio y, también, en una organización en la cual se desempeñe.
Entrepreneurial. Capacidad para transformar su gestión o un área de negocios de baja productividad y rendimiento en una de alta productividad y rendimiento. Capacidad para buscar el cambio, responder cuando se presenta y aprovecharlo como una oportunidad, y guiar en este sentido tanto su accionar como el de otros, con iniciativa y habilidad para los negocios. Implica vivir y sentir la actividad empresarial y constituirse en un promotor de ella.
Cuando el emprendimiento evoluciona y comienza a adquirir mayor tamaño, se estará frente a una organización que, a su vez, irá incrementando su tamaño, primero PyMe, luego grande, etc.
Cuando el emprendimiento se constituya en una organización, aún siendo esta muy pequeña y con pocas personas, será necesario definir Misión, Visión, Planes estratégicos. Todo lo anterior, podrá realizarse de manera conceptual y sencilla. Con estos conceptos, será posible definir un Modelo de competencias que le permitan al emprendedor y/o a la conducción de la organización, seleccionar colaboradores y evaluar su desempeño, brindarles la formación necesaria para desempeñarse exitosamente en sus respectivos puestos de trabajo y, también, desarrollar el talento interno.
El modelo de competencias será el vehículo que le permitirá crecer y, por qué no, crear nuevos emprendimientos dentro del emprendimiento que le dio origen.
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