El capital intelectual y la función de Recursos Humanos
- Martha Alles
- 2 jul 2020
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El concepto de capital intelectual es tratado por muchos autores que, en tƩrminos generales, describen elementos, no materiales, que lo conforman, tales como:
Activos derivados del mercado. Ejemplos: clientes, marcas, licencias, franquicias, etc.
Activos relativos a la propiedad intelectual. Ejemplos: conocimientos, fórmulas, patentes, métodos propios de trabajo, secretos de producción, etc.
Activos en relación con los colaboradores: conocimientos, competencias, etc.
Activos de infraestructura: mƩtodos y procesos de trabajo, entre otros.
Cultura organizacional y valores.
PodrĆamos representar todos los Ćtems anteriores como el Capital Intelectual y dentro de este, diferenciar el Capital estructural y el Capital Humano. Este Ćŗltimo conformado, a su vez, por las capacidades individuales, los conocimientos, las competencias y la experiencia de los colaboradores de todos los niveles.

El valor de las compaƱĆas estĆ” integrado por diferentes variables; una muy importante es el valor de su personal. Cuidar su desarrollo es enriquecer y aumentar ese valor. Este concepto, desde hace ya muchos aƱos, ha sido incorporado como un elemento relevante, a tener en cuenta, en las transacciones de compraventa de empresas.
Un capital intelectual āaltoā redundarĆ” en un mayor valor de la empresa en su conjunto. Adicionalmente, un capital humano āaltoā darĆ” tambiĆ©n como resultado un mayor valor de la compaƱĆa. Las polĆticas de desarrollo de las personas forman la opinión que sobre la empresa tiene el mercado. Esta opinión sobre la organización se denomina marca empleadora o marca del empleador, concepto ampliamente conocido, tambiĆ©n, por la expresión inglesa employer branding.
Lograr esta āmarcaā implica construir una imagen positiva en el mercado, conseguir una reputación como buen empleador tanto para los colaboradores actuales como para los futuros. Implica proponer y llevar a cabo una serie de acciones tendientes a lograr una percepción pĆŗblica altamente positiva como Ć”mbito laboral, de manera que las personas deseen trabajar en la organización. Sin embargo, esta imagen positiva no debe basarse solo en consignas publicitarias, sino que, por el contrario, debe estar construida sobre la base de acciones concretas en materia de Recursos Humanos.
Si la empresa cuenta con buenos recursos humanos, buenas polĆticas para su personal, buenas prĆ”cticas en materia de desarrollo, el resultado final serĆ” un mĆ”s alto capital intelectual.
¿Cómo cuidar el capital intelectual?
Una de las principales cuestiones es contar con personas formadas para ocupar otras posiciones cuando esto sea necesario, contar con reemplazos para los puestos clave. No es la única acción posible, sin embargo es, con seguridad, una de las mÔs importantes.
Libro relacionado: Dirección estratégica de Recursos Humanos, Volumen 1.